Recambio de prótesis de pecho: opciones y tratamientos

Introducción

En la práctica de la Cirugía Plástica en Mallorca, es cada vez más frecuente que pacientes portadoras de implantes mamarios acudan a consulta para valorar un cambio en su situación quirúrgica inicial. Los motivos son muy diversos: desde arrepentimiento estético en los primeros meses, hasta complicaciones asociadas al paso del tiempo como rotura, contractura capsular, desplazamientos o alteraciones estéticas secundarias al envejecimiento del tejido mamario.

Este artículo explica de manera detallada las situaciones más habituales y las opciones terapéuticas disponibles, siempre bajo un enfoque individualizado, seguro y propio de las Clínicas de Cirugía Plástica de Confianza en España.

 

Situaciones más frecuentes en pacientes con implantes mamarios

1. Pacientes con implantes de corta evolución

Se consideran dentro de este grupo las mujeres que llevan menos de 2 años desde la colocación de sus implantes mamarios. Aunque la mayoría de los pacientes se adaptan satisfactoriamente a sus prótesis en este tiempo, existen situaciones en las que se plantea la necesidad de un cambio o incluso la retirada.

Casos de arrepentimiento estético

  • Algunas pacientes, tras la cirugía, perciben que el resultado no se ajusta a sus expectativas iniciales.
  • Este arrepentimiento puede deberse a:
    • Haber elegido un tamaño excesivo, que resulta poco armónico con su anatomía o estilo de vida.
    • Haber optado por un tamaño demasiado pequeño, quedando por debajo de sus expectativas estéticas.
    • Cambios en la autoimagen y en las prioridades personales, donde la paciente busca una apariencia más natural o discreta.
  • En estos casos, se puede plantear la sustitución de prótesis por otras de distinto volumen o la retirada definitiva.

Complicaciones precoces

Aunque infrecuentes, existen complicaciones que aparecen poco después de la cirugía y que pueden condicionar la decisión de una cirugía secundaria:

  • Dolor persistente: que no mejora tras el proceso normal de recuperación y limita la calidad de vida de la paciente.
  • Malposición del implante: desplazamiento hacia arriba, hacia abajo o hacia los lados, generando asimetrías visibles y descontento estético.
  • Intolerancia al implante: algunas pacientes describen sensación de cuerpo extraño, presión constante o incomodidad subjetiva que les impide adaptarse a las prótesis.
  • Endurecimiento precoz de la cápsula: en determinados casos, la cápsula periprotésica se desarrolla de manera anómala desde etapas tempranas, provocando dolor y alteración de la forma mamaria.

Deseo de retirar los implantes sin sustituirlos

  • Este escenario suele presentarse en pacientes que, tras un corto tiempo de uso, experimentan un cambio de opinión o incomodidad generalizada.
  • La retirada simple de las prótesis puede generar un aspecto vacío o una caída de la mama debido a la distensión cutánea producida por el implante.
  • Para obtener un resultado estético adecuado, es frecuente la necesidad de realizar una mastopexia (elevación mamaria), que reposiciona el tejido y la piel, restaurando la firmeza del busto.
  • En algunos casos, si el parénquima mamario es abundante, puede lograrse un resultado satisfactorio únicamente con la retirada, aunque esto debe valorarse de manera individualizada en consulta.
  1. Pacientes con implantes de larga evolución

Este grupo engloba a mujeres que llevan más de 10-15 años con sus prótesis mamarias. Con el paso del tiempo, los implantes sufren un desgaste natural y los tejidos mamarios evolucionan debido a factores hormonales, embarazos, lactancias, variaciones de peso y envejecimiento cutáneo. Estas circunstancias generan situaciones que con frecuencia requieren un recambio o una cirugía secundaria.

Rotura de prótesis

  • La cubierta de los implantes, incluso en los modelos más avanzados, tiene una vida útil limitada.
  • En las prótesis de silicona cohesiva, la rotura suele ser intracapsular, es decir, el gel se mantiene contenido dentro de la cápsula fibrosa. Estos casos pueden ser silenciosos, sin síntomas evidentes, y solo detectarse mediante estudios de imagen como ecografía o resonancia magnética.
  • En ocasiones, la rotura se manifiesta con dolor, cambios en la consistencia de la mama, pérdida de volumen, inflamación o deformidad visible, lo que obliga a un recambio inmediato.

Contractura capsular

  • Es una de las complicaciones más frecuentes a largo plazo. La cápsula que rodea al implante se engrosa y endurece progresivamente, provocando molestias y alteraciones estéticas.
  • Se clasifica en distintos grados (Baker I a IV): desde un leve endurecimiento palpable hasta deformidad evidente, dolor intenso y rigidez de la mama.
  • En los grados avanzados, el tratamiento requiere una capsulectomía completa y, en muchos casos, la sustitución del implante por uno nuevo, asociado a cambios de plano (por ejemplo, de subglandular a submuscular) o al uso de injertos grasos para mejorar la cobertura.

Desplazamientos o alteraciones estéticas

Con el paso de los años, el soporte natural de los tejidos se debilita y el implante puede perder su posición original. Entre las alteraciones más comunes destacan:

  • Ptosis mamaria: la glándula mamaria y la piel descienden mientras el implante se mantiene en su lugar, creando el efecto conocido como doble burbuja.
  • Bottoming out: el surco submamario se desplaza hacia abajo y el implante desciende en exceso, provocando un aspecto desproporcionado con exceso de volumen en el polo inferior.
  • Desplazamientos laterales: el implante se desplaza hacia la axila, sobre todo en decúbito, debido a la falta de soporte de los tejidos.
  • Asimetrías progresivas: pequeñas diferencias entre ambas mamas pueden acentuarse con el paso del tiempo, requiriendo cirugía correctiva.

Cambios naturales del parénquima mamario

Los tejidos mamarios no permanecen estáticos; evolucionan con la edad y con las circunstancias personales de cada mujer. Estos cambios influyen directamente en la estética de los implantes:

  • Caída progresiva de la mama: la pérdida de elasticidad cutánea favorece la ptosis, haciendo que el implante quede más alto que la glándula.
  • Modificación de la densidad del tejido mamario: con la edad, el tejido glandular puede disminuir y ser reemplazado por grasa, lo que altera la consistencia y la forma de la mama.
  • Mayor contraste entre implante y tejido natural: cuando el tejido mamario se adelgaza, la prótesis se hace más evidente, aumentando el riesgo de pliegues visibles (rippling) o bordes palpables.

Factores anatómicos que condicionan el tratamiento

Cada paciente presenta una anatomía única que condiciona tanto la elección del procedimiento como los resultados obtenidos. Un análisis detallado en la consulta es fundamental para definir la estrategia quirúrgica más adecuada. Los principales factores son:

1. Parénquima mamario suficiente (≥ 2 cm en el polo superior)

Cuando el tejido mamario propio en la zona superior de la mama es abundante, se dispone de un soporte natural que facilita la cirugía. En estos casos:

  • Existe mayor flexibilidad quirúrgica, pudiendo optar por retirada simple, sustitución o combinaciones con mastopexia.
  • El riesgo de irregularidades o adherencias tras la retirada es bajo, ya que el tejido cubre y disimula mejor los planos profundos.
  • Los resultados estéticos suelen ser más predecibles y naturales, incluso sin necesidad de interponer grasa o prótesis.

2. Parénquima mamario escaso (< 2 cm en el polo superior)

Cuando el volumen de tejido mamario propio es reducido, la cirugía plantea más retos:

  • Mayor riesgo de adherencias y retracciones tras la retirada de implantes, ya que la piel queda en contacto directo con la cápsula residual.
  • Puede producirse un aspecto vacío, con falta de proyección en el polo superior.
  • En estos casos es recomendable la interposición de un material de relleno, bien sea una nueva prótesis o grasa autóloga, para suavizar el resultado y mejorar la cobertura.
  • Si no se actúa de forma preventiva, aumenta el riesgo de complicaciones estéticas como pliegues visibles (rippling).

3. Calidad y elasticidad de la piel

Más allá del grosor del tejido mamario, la piel desempeña un papel clave:

  • Una piel firme y elástica permite mejores resultados tras retirada o sustitución.
  • Una piel laxa o adelgazada por el tiempo, embarazos o pérdidas de peso puede requerir procedimientos adicionales, como mastopexia o incluso el uso de refuerzos con mallas o matrices dérmicas acelulares.

4. Disponibilidad de depósitos grasos

El lipoinjerto mamario se ha convertido en una herramienta muy útil en cirugía de recambio:

  • Permite suavizar contornos, rellenar zonas deficitarias y mejorar la cobertura de los implantes.
  • Es especialmente recomendable en pacientes con tejido escaso y piel delgada.
  • Además, aporta un beneficio estético adicional al remodelar otras zonas del cuerpo mediante la liposucción.

5. Ausencia de depósitos grasos suficientes

En pacientes delgadas, sin áreas donantes claras, la opción del lipoinjerto es limitada:

  • En estos casos, la estrategia suele centrarse en la sustitución protésica con implantes de características específicas (textura, perfil, proyección).
  • También puede valorarse el uso de prótesis asociadas a mallas de soporte para compensar la falta de cobertura natural.

6. Estado de la cápsula periprotésica

La cápsula que rodea al implante puede condicionar la cirugía:

  • Una cápsula delgada y maleable facilita el recambio.
  • Una cápsula engrosada o calcificada, como ocurre en la contractura capsular severa, obliga a realizar una capsulectomía completa y puede requerir un mayor soporte tisular o protésico.

7. Morfología general de la mama y del tórax

  • La anchura del tórax, la posición del surco submamario y la simetría entre ambos lados influyen directamente en la elección de implantes o en la decisión de retirar sin sustituir.
  • Pacientes con asimetrías previas pueden requerir combinaciones de técnicas (p. ej., prótesis en un lado y lipoinjerto en el otro).

Requerimientos habituales de las pacientes

Cada paciente que consulta por un cambio de implantes mamarios presenta motivaciones y expectativas diferentes. Estas necesidades condicionan la estrategia quirúrgica y obligan a individualizar la elección del tratamiento.

Los deseos más frecuentes son:

  • Retirada definitiva de los implantes
    Algunas pacientes, tras años de llevar prótesis mamarias, desean prescindir de ellas y recuperar una imagen más natural. Esta opción puede requerir una mastopexia para recolocar el tejido mamario y evitar un aspecto vacío o caído.
  • Sustitución por nuevas prótesis
    Indicado en pacientes que desean mantener el volumen pero con implantes más modernos, seguros o adaptados a sus preferencias actuales de tamaño, forma o textura.
  • Sustitución con mastopexia (elevación mamaria)
    En mujeres que presentan ptosis mamaria o alteración de la posición de la mama, la sustitución de prótesis suele combinarse con una elevación para devolver firmeza y armonía al busto.
  • Retirada con reducción de volumen
    Pacientes que consideran que su pecho ha sido demasiado voluminoso y buscan un resultado más discreto. Puede incluir técnicas de reducción glandular o de piel.
  • Retirada con aumento mediante lipoinjerto
    Una opción para quienes desean eliminar los implantes pero mantener volumen, utilizando grasa propia obtenida mediante liposucción en otras áreas corporales.
  • Combinaciones avanzadas
    • Mastopexia + prótesis + lipoinjerto: indicada para pacientes que buscan simultáneamente reposición del tejido, volumen extra y naturalidad.
    • Sustitución de prótesis con cambio de plano (subglandular a submuscular o viceversa): mejora la cobertura y disminuye el riesgo de complicaciones como la contractura capsular.
    • Uso de matrices dérmicas acelulares o mallas de soporte: recomendadas en casos complejos de recidiva, bottoming out o gran laxitud cutánea.
    • Retirada de implantes con autoprótesis: remodelación del polo inferior con el propio tejido mamario, evitando el uso de prótesis nuevas.
    • Cambio de implantes por otros de diferente tipo: por ejemplo, sustitución de implantes redondos por anatómicos o viceversa, para modificar la proyección y el estilo del resultado.
    • Recambio con menor volumen asociado a lipoinjerto selectivo: combinación ideal en pacientes que desean reducir el tamaño del implante pero mantener un contorno suave y natural.
    • Corrección de asimetrías específicas: en pacientes que presentan diferencias entre ambas mamas, la estrategia puede incluir un implante en un lado, lipoinjerto en el otro, o ajustes en la glándula.
    • Reparación secundaria tras complicaciones: como la contractura capsular recurrente o el rippling (ondulación de la prótesis), donde puede ser necesario utilizar injertos grasos o refuerzos protésicos.

 

Opciones de tratamiento según el tipo de paciente

La estrategia quirúrgica para el recambio o retirada de implantes mamarios depende en gran medida de la cantidad de parénquima mamario disponible, así como de la calidad de la piel y de los tejidos de soporte. De forma general, se distinguen dos grupos principales: pacientes con parénquima escaso y pacientes con parénquima abundante.

 

1. Pacientes con parénquima escaso

Son aquellas mujeres cuyo tejido mamario es insuficiente para cubrir adecuadamente el implante, lo que conlleva mayores retos quirúrgicos.

  • Sustitución de implantes con capsulectomía:
    Cuando existe contractura capsular o una cápsula engrosada, la retirada completa de la misma es fundamental para mejorar los resultados y disminuir el riesgo de complicaciones futuras.
  • Necesidad de interponer un material de relleno:
    Debido a la falta de cobertura natural, se recomienda interponer un material que evite adherencias y mejore el aspecto estético:

    • Nueva prótesis: con características específicas (perfil moderado, superficie texturizada o nanotexturizada, cambio de plano quirúrgico) para lograr mayor naturalidad.
    • Injerto graso (lipoinjerto): ideal para suavizar contornos, cubrir irregularidades y mejorar el grosor del tejido.
  • Resultados esperables:
    El objetivo es restaurar la armonía mamaria evitando irregularidades, aunque estos casos suelen requerir técnicas más complejas y un postoperatorio más controlado.

2. Pacientes con parénquima abundante

En este grupo, el tejido mamario propio ofrece mayor cobertura y soporte, lo que amplía significativamente las alternativas terapéuticas.

  • Retirada simple de implantes:
    En pacientes con volumen mamario suficiente, puede optarse por retirar las prótesis sin añadir ningún elemento adicional. Los resultados suelen ser satisfactorios, sobre todo en mujeres jóvenes con buena calidad de piel.
  • Retirada con mastopexia:
    Cuando existe caída del tejido mamario tras la retirada, la elevación mamaria (mastopexia) permite recolocar la glándula y obtener un pecho más firme y estético.
  • Uso de autoprótesis con tejido del polo inferior:
    Técnica avanzada en la que el tejido mamario de la parte inferior se remodela para simular una prótesis natural, evitando el uso de implantes y aportando volumen propio.
  • Sustitución por nuevos implantes:
    Muchas pacientes optan por recambiar sus prótesis por otras de características distintas (mayor o menor volumen, diferente forma o perfil), adaptándose a sus preferencias actuales.
  • Retirada con lipoinjerto graso:
    En pacientes que desean prescindir de implantes pero mantener volumen, el injerto de grasa autóloga es una alternativa muy atractiva. Además, permite remodelar otras zonas corporales al obtener la grasa mediante liposucción.
  • Combinaciones de técnicas:
    • Prótesis + mastopexia: indicada en mujeres con caída de la mama y deseo de mantener volumen mediante nuevas prótesis.
    • Prótesis + lipoinjerto: combinación que aporta la proyección del implante y la naturalidad del tejido graso.
    • Mastopexia + prótesis + lipoinjerto: la opción más completa para casos complejos en los que se busca elevar, rellenar y mejorar la naturalidad del resultado.
  • Resultados esperables:
    Gracias al volumen natural disponible, estos pacientes ofrecen un campo quirúrgico más favorable y permiten obtener resultados estéticos muy armónicos, con mayor flexibilidad para elegir la técnica.

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