El Lifting Facial: Un viaje en el tiempo

Desde la época en que Cleopatra bañaba su piel en leche para mantenerla tersa, hasta nuestros días donde la cirugía y la tecnología se dan la mano para ofrecernos rejuvenecimientos faciales asombrosos, la humanidad ha estado obsesionada con la juventud. ¿Pero, cómo hemos llegado hasta aquí? Echemos un vistazo a esta increíble evolución.

Históricamente, la belleza y el rejuvenecimiento han sido el santo grial de la estética, como bien nos lo demuestra el explorador Ponce de Leon en el siglo XV, quien anduvo en busca de la mítica fuente de la juventud. Sin embargo, aunque la historia está llena de ejemplos como estos, el concepto de ritidectomía o lifting facial quirúrgico es más reciente de lo que podríamos pensar.

“…el temor al envejecimiento no es un problema moderno…”

De hecho, no es hasta 1902 cuando encontramos las primeras publicaciones científicas sobre técnicas para la eliminación de arrugas. En 1912, surgen los primeros artículos con fotografías de antes y después de cirugías faciales. Estas publicaciones nos mostraban que el temor al envejecimiento no es un problema moderno: ya por aquel entonces, una mujer de 40 años podía sentirse presionada por las arrugas cuando buscaba trabajo. ¡Increíble, pero cierto!

Un hito importantísimo para la cirugía facial llegó en 1976 con la descripción del SMAS (Sistema Músculo Aponeurótico Superficial de la cara). Esta estructura muscular, situada justo debajo de la piel de la cara y el cuello, no solo define nuestra expresión sino que también sostiene los tejidos faciales. ¡Imagina poder ajustar esta «cinta transportadora» de músculo para devolver la juventud al rostro!

“…el SMAS…no solo define nuestra expresión sino que también sostiene los tejidos faciales…”

Después de años de complicadas cirugías y largos periodos de recuperación, a finales de los 90, la ciencia se inclinó por técnicas menos invasivas. En 2005, surge el Lifting MACS o “Lifting Express”, que revolucionó el campo al reducir el tiempo quirúrgico a solo una hora y permitir que se realice con anestesia local, sin la necesidad de hospitalización. ¿La mejor parte? Menos daño a los tejidos y una recuperación más rápida.

Hoy en día, esta técnica se fusiona con inyecciones de grasa o lipofilling y factores de crecimiento del plasma, obteniendo resultados impresionantemente naturales. Es como si hubiéramos encontrado una pequeña porción de la fuente de juventud que Ponce de Leon tanto buscó. El sueño de la “eterna” juventud está, ahora más que nunca, a nuestro alcance.

Entonces, si alguna vez te has preguntado sobre el lifting facial en Mallorca y su historia, ahora sabes que este viaje en el tiempo está respaldado por siglos de deseo humano y décadas de innovación científica.

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