Usos del LPRF en cirugía plástica

Usos del LPRF en cirugía plástica

Las membranas de LPRF (fibrina rica en leucocitos y plaquetas) ofrecen una serie de características y ventajas significativas para la terapia de heridas. Estas incluyen:

  1. Potente antiinflamatorio: Reduce la inflamación, favoreciendo una recuperación más rápida.
  2. Potente actividad antibacteriana: Actúa contra bacterias, ayudando a prevenir infecciones.
  3. Andamiaje celular: Proporciona una estructura para que las células regeneradoras se adhieran y proliferen.
  4. Potente actividad angiogénica: Estimula la formación de nuevos vasos sanguíneos, mejorando la circulación en la zona tratada.
  5. Protección de la herida: Crea una barrera protectora que facilita el proceso de cicatrización.
  6. Reclutamiento de células activas: Atrae células clave para la regeneración y reparación del tejido.
  7. Propiedades analgésicas: Alivia el dolor asociado a las heridas.
  8. Adaptabilidad a la forma de la herida: Se ajusta a la morfología específica de cada lesión.
  9. Regulador inmunológico: Modula la respuesta inmune, previniendo reacciones adversas.
  10. Inhibición de proteasas: Evita la degradación excesiva del tejido, favoreciendo la cicatrización.
  11. Efecto antioxidante celular: Protege a las células del estrés oxidativo, manteniendo su viabilidad.
  12. Libre de aditivos: No contiene sustancias sintéticas ni conservantes.
  13. Sin efectos adversos conocidos: Hasta la fecha, no se han reportado reacciones negativas.
  14. Liberación prolongada de factores de crecimiento: Proporciona un estímulo continuo para la regeneración durante un periodo prolongado.
  15. 100% autólogo: Al derivarse completamente del propio paciente, se eliminan riesgos de rechazo o alergias.
  16. Rico en proteínas clave: Como la fibronectina, tromboespondina y vitronectina, que promueven la adhesión celular, cicatrización y regeneración tisular.

Gracias a estas características, el LPRF se destaca por:

– Ser un potente estímulo para la cicatrización de heridas.

– Ser un procedimiento indoloro.

– Mantener el máximo tejido vital en el área tratada.

– Facilitar la formación de un tejido cicatricial de mejor calidad.

Además, el LPRF se usa en cirugía plástica para:

 

  1. Rejuvenecimiento facial: En procedimientos estéticos faciales, mejora la calidad de la piel, promueve la producción de colágeno y mejora la elasticidad. Se puede inyectar o combinar con injertos de grasa para resultados naturales y duraderos.

 

  1. Cicatización de heridas: Acelera la cicatrización y reduce las cicatrices, promoviendo la regeneración tisular y los procesos naturales de curación del cuerpo. Se aplica en heridas quirúrgicas y en el tratamiento de úlceras o quemaduras crónicas.

 

  1. Injerto de grasa: Al combinarse con injertos de grasa, mejora la supervivencia del injerto, la retención de grasa y la regeneración de tejidos. Es especialmente útil en aumento de senos, contorno facial y corrección de deformidades postraumáticas.

 

  1. Rinoplastia: Se utiliza para prevenir o tratar irregularidades, mejorar la cicatrización y reducir la formación de tejido cicatricial en cirugías nasales. También ayuda a mantener contornos suaves en procedimientos reconstructivos complejos.

 

  1. Tratamiento de cicatrices: Mejora la apariencia de cicatrices hipertróficas y queloides, suavizándolas y aplanándolas mediante la mejora en la formación de colágeno y remodelación tisular.

 

  1. Reconstrucción mamaria: Se aplica para mejorar la regeneración y cicatrización en cirugías de reconstrucción mamaria, especialmente tras una mastectomía o radioterapia.

 

  1. Restauración capilar: Estimula el crecimiento de los folículos pilosos, mejora la supervivencia del injerto y fomenta condiciones más saludables del cuero cabelludo, lo que mejora los resultados en procedimientos de trasplante capilar.

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